Todos los gremios profesionales, como si de un cómic adolescente se tratase, tienen un villano principal. De la agricultura es el tiempo atmosférico; de taxistas y autobuseros, las nuevas plataformas que permiten que los taxis “ilegales” reinen en los transportes a día de hoy (como Uber, Blablacar, Amovens, etc.); el villano de los diseñadores puede ser la famosa tipografía comic sans que tanto odian. En el gremio de la hostelería el personaje antagónico sin duda es el tiempo. Por encima de cualquier jefe de cualquier cadena de restaurantes está el reloj.
La hostelería juega con un servicio de comida completo e individualizado en un tiempo promedio de 1 hora y media por cliente. Esto, si tienes el restaurante lleno, puede ser un problema que la mayoría de los profesionales saben resolver adecuadamente. A otros, por muy buen producto que vendan, puede que les venza la presión. La congelación de los productos hace que el cronómetro se pare y empiece a jugar a nuestro favor.
¿Por qué congelamos la comida?
Es una pregunta muy simple de contestar. La comida es materia orgánica, antes de ser comida tenía vida y como toda materia orgánica se descompone por acción de los microorganismos. La acción de estos microorganismos queda detenida si se congela la comida y podemos alargar el tiempo en el que tarda en descomponerse un alimento. Con la congelación todos los parásitos dejan de desarrollarse, pero la mayoría de los microorganismos siguen viviendo durante la congelación y por ello esta tampoco es infinita. Cada alimento se puede congelar por un tiempo.
Ventajas de la congelación
El valor nutritivo de muchos alimentos se pierde con el tiempo. ¿Qué quiere decir esto? Que todo lo que sea alejarnos de consumir la lechuga con los pies aún en la tierra traerá consigo que esa lechuga está perdiendo valor nutritivo. Lo que no significa es que una lechuga sea de mejor calidad por venir del mejor y más natural de los huertos, ya que todo el tiempo que pase desde el momento de la recolección hasta ponerlo en la mesa jugará en contra de la lechuga. Con un proceso de congelación, ese tiempo, como hemos dicho, se para.
Los avances tecnológicos hacen también que los procesos de congelación sean menos agresivos cada vez, haciendo que el producto quede lo más fresco posible por el mayor tiempo.
Una de las mayores ventajas es que la comida trae un control sanitario mucho más exigente cuando viene congelada. Muchas veces no se puede elaborar un proceso higiénico tan amplio sobre un producto fresco, por el tiempo, precisamente.
Muchos profesionales también destacan la ventaja de que el tiempo que se invierte en cocinarlos es menor también y en hostelería puede marcar la diferencia.
El drama de la evolución
Vivir en grandes ciudades tiene sus pros y sus contras, pero no deja de ser una particularidad de los pros y los contras que conlleva la evolución del ser humano en la tierra. Antes de nada habría que dejar claro que la palabra evolución no hace referencia con obligatoriedad a cambio a mejor. Es simplemente un cambio.
Poco después de que el ser humano descubriese el fuego empezamos a cogerle el gustillo a eso de quemar la carne. Al principio seguramente parecería un acto de locos. Esta costumbre no tardó en ser recompensada en la salud de los que la practicaban. Descubrimos que nos libra de más de una enfermedad el hecho de quemar las bacterias de los alimentos que consumimos.
De igual manera, dejamos de cazar para comer el propio día. Y comenzamos a cazar para comer hoy, pero también mañana. Este tiempo lo logramos alargar con la congelación de los alimentos, y por supuesto, mientras no cacemos ni recolectemos nosotros mismos, debemos de aceptar que el mundo nos ofrece posibilidades muy valiosas para disfrutar de todo, pero en ningún caso nos lo da todo sin pedirnos nada a cambio.
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De cualquier manera, sabemos que el público quiere sabor, lo quiere todo. Por eso en Cocelang tenemos los mejores productos congelados para hostelería. Ofrecer todo y que nada se pierda.
Hay grandes productos congelados procedentes del mar y por supuesto, para un restaurante es la mejor opción, sin duda. Ya que ofrece mayor margen de maniobra, menor precio, mayor control de higiene y una excelente calidad.
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