Si tienes dudas sobre los distintos tipos de aceite para cocinar, no te pierdas este artículo de Cocelang. Te contamos qué características tienen los tipos de aceite para freír más empleados y cuál es más interesante usar en cada caso.
Mejores aceites para cocinar
La elección del aceite depende tanto del método de cocción, como de las propiedades organolépticas que deseamos resaltar en nuestros platos. Estos son algunos de los tipos de aceite para cocinar más populares.
Aceite de oliva
El aceite de oliva es el protagonista indiscutible de la gastronomía mediterránea, aunque existen distintos tipos según su proceso de extracción y calidad.
- Oliva virgen extra. Este es el aceite de oliva mayor calidad, y se obtiene del primer prensado en frío de las aceitunas sin procesos químicos de por medio. Presenta un sabor intenso, afrutado y una alta concentración de antioxidantes, por lo que es considerado como el aceite de oliva más saludable. Es ideal para aderezar ensaladas, utilizar en crudo y, especialmente cuando contiene una acidez baja, también es uno de los mejores tipos de aceite para freír.
- Oliva virgen. Aunque también se extrae mediante procesos mecánicos, su grado de acidez es algo superior al del virgen extra. Su sabor es ligeramente más suave, por lo que resulta adecuado tanto para consumir en crudo como para freír, o usar en preparaciones más elaboradas.
- Oliva. Este se obtiene a partir de aceites vírgenes que han sido refinados para eliminar defectos y conseguir un sabor más neutro. Si nos centramos en el punto de humo del aceite, este aceite de oliva refinado sería la mejor opción entre los tipos de aceite para freír.
Aceite de girasol
Este producto, extraído de las semillas del girasol, es otro de los tipos de aceite para cocinar y freír más empleados. Ya que además de tener un precio más económico, es muy versátil y transfiere menos sabor a los alimentos. No obstante, se trata de un aceite refinado, por lo que es menos saludable que el aceite de oliva virgen y virgen extra.
Aceite de orujo de oliva
El aceite de orujo se obtiene a partir de los residuos de la aceituna tras la extracción del aceite virgen. Su textura neutra y su alta estabilidad térmica lo hacen especialmente recomendable para preparar platos que requieren una elevada temperatura en su fritura.
Además de estos tipos de aceite para cocinar, existen otras alternativas innovadoras como el aceite de coco (rico en ácidos grasos saturados y altamente estable al calor), el aceite de maíz (de sabor suave y una buena resistencia a temperaturas medias) o el aceite de sésamo (con interesantes propiedades para la salud y muy empleado en la cocina oriental).
Diferencia entre aceite de orujo y aceite de oliva
La principal diferencia entre el aceite de oliva y el aceite de orujo de oliva es el proceso de obtención. Ya que el aceite de oliva se extrae directamente de la aceituna, mientras que el aceite de orujo se obtiene de sus restos, como pueden ser los residuos de hueso, piel y la grasa.
Posteriormente, este residuo se refina y se mezcla con una pequeña cantidad de aceite virgen para mejorar sus propiedades y su sabor.
¿Cuál es el aceite más sano para freír?
A pesar de que el aceite de oliva virgen extra (AOVE) tenga un punto de humo comparativamente más bajo que otras opciones refinadas, resulta el mejor de los tipos de aceite para freír. Esto se debe a varias razones:
- Antioxidantes y polifenoles. El AOVE está repleto de compuestos antioxidantes que protegen el aceite del estrés oxidativo durante la fritura, reduciendo la formación de compuestos nocivos.
- Ácidos grasos monoinstaturados. Su alta proporción de ácidos grasos monoinsaturados, especialmente el ácido oleico, lo hacen más estable al calor y favorecen la salud cardiovascular.
- Beneficios para la salud. Consumir AOVE tiene numerosas ventajas, desde la reducción de la inflamación hasta la mejora del perfil lipídico en sangre.
Escoger el aceite adecuado para freír no solo potencia el sabor de tus platos, sino que también contribuye a una alimentación más saludable. En Cocelang, nos apasiona la calidad y el cuidado por los detalles, ¡así que esperamos que estos consejos te ayuden a transformar cada receta en una experiencia inmejorable!
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