Llevamos cocinando con fuego la comida alrededor de 1 millón de años. Congelando los alimentos para conservarlos mejor llevamos, al menos comercialmente, sólo un siglo. Es normal que existan mitos de la congelación y nuestra labor es desmentirlos para conseguir la mayor información sobre el tema.
La necesidad de derribar el mito
Sí, en 2019 y a punto de entrar en la tercera década del nuevo milenio, pero el ser humano sigue teniendo mitos y es completamente normal. Aunque toda la información del mundo esté hoy en día en internet, no todas las fuentes son fiables, ni tenemos todo el tiempo del mundo para leer y saber sobre todas las cosas. Los mitos nos ayudan a hacer un esquema de la realidad, sin embargo, si nos dedicamos a algo profesionalmente deberemos derribar los mitos para construir sobre una base de conocimiento.
La profesionalidad requiere de un rigor que es incompatible con la creencia en los mitos.
1 Función descongelador del microondas
Uno de los mayores mitos de la congelación (o la descongelación) tiene que ver con el microondas. Y es que algunas personas piensan que el horno microondas puede ser una buena idea a la hora de descongelar la comida. Y si bien es cierto que es eficiente, lo más recomendable es, para conservar todas las propiedades originales del producto, descongelarlo en el frigorífico.
Cuanto más baja sea la temperatura al descongelar, mejor será la descongelación. Al contrario ocurre con la congelación, cuanto más rápido se haga y menor sea la temperatura de congelación, mejor se hará el proceso.
2 Mejor siempre un alimento fresco
Esto es claramente un cliché que tiene poco en cuenta la vida útil del producto. Estamos de acuerdo en que lo mejor es comer las frutas y verduras recién extraídas. No obstante, desde el momento en el que se separan de la tierra empieza su proceso de podredumbre y el tiempo que tarda en llegar a nuestra mesa casi siempre será mayor que el de un alimento congelado en el momento de la extracción, que conserva los nutrientes y vitaminas originales.
Los barcos congeladores consiguen llevar a cabo un proceso de ultracongelación, (temperatura menor a los -40ºC.) después de la extracción marítima.
No por un alimento ser «fresco» lo es toda la vida, de hecho, este tiempo es más estrecho de lo que se suele creer. Si quieres saber más sobre este tema puedes leer nuestro artículo sobre qué tipo producto es el más sano.
3 Todos los alimentos se pueden congelar
Más que un mito es una generalización. De cualquier manera, no es del todo correcta. Existen algunos alimentos que durante el proceso de congelación se deshidratan y rompen su estructura molecular. Alimentos como el platano, la banana, la mayonesa y algunas otras salsas ricas en grasas, son difíciles de congelar.
4 La textura se pierde en la congelación
Otro de los mitos de la congelación es sobre pérdida de la textura en los alimentos. Si bien es cierto que la textura de estos alimentos que hemos citado anteriormente como la patata o el plátano pierden algunas de sus características, el pescado y la carne no sufren este problema. El pescado, el marisco, la carne y muchas verduras consiguen un mejor producto final con un proceso de congelación que sin él a la hora de comercializarlo lejos de su lugar de origen.
Por último, es bueno saber que incluso los alimentos que pierden su textura original, como la patata pueden hacerse tremendamente populares en su versión congelada, como son las chips.
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