¡Eso no es pulpo, es potón!
Lo sabemos: cada vez es más difícil distinguir a estos queridos animales marinos. Seguro que alguna vez te ha pasado y es que estos moluscos que pueden parecer similares, presentan grandes diferencias.
Pulpo
Este cefalópodo de 8 tentáculos bien conocido entre la mayoría de los consumidores.
Su cuerpo destaca por el gran desarrollo de su cabeza, de la que salen 8 tentáculos o brazos cubiertos por filas ventosas.
Su sabor y textura son extraordinarias. Presenta una ternura y masticabilidad que combinadas con otros acompañamientos hacen que la experiencia de comer pulpo sea perfecta.
Algunas de las recetas más conocidas, aunque hay mil formas de cocinarlo, son a la gallega, a la parrilla o asado. En este post te contamos cuatro formas de prepararlo según la geografía.
Potón
Es un cefalópodo de de gran tamaño (el más grande del mundo en su especie) abundante en las costas peruanas, mexicanas y chilenas. Pertenece a la familia de «Dosidicus gigas» también denominado como calamar gigante.
Su cuerpo presenta dos regiones:
- Cabeza unida a sus tentáculos.
- Manto, caracterizado por su forma cilíndrica que envuelve a sus órganos internos.
Su sabor es muy parecido al calamar (realmente es su familia) mientras que su textura es más dura y menos gomosa.
Algunas de las recetas más conocidas son el potón a la gallega, a la plancha, con mayonesa o al ajillo.
No presentan grandes diferencias en cuanto a valores nutricionales. Ambos son ricos en proteínas y en minerales como zinc, iodo y hierro.. y bajos en kilocalorías al tener un pobre contenido en grasas y especialmente bajo en grasas saturadas. Además aportan una cantidad significativa de ciertas vitaminas como niacina.
Y tú, ¿cuál prefieres? ¡Cuéntanoslo en comentarios!
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