Encuentra las razones por las que comprar marisco congelado en verano es la mejor idea para satisfacer la demanda de tus clientes.
La demanda de marisco
Como ya sabemos, el verano es el mejor momento para la hostelería malagueña. En muchos de nuestros bares, debido a la cercanía con el mar y el aroma costero de nuestra provincia, la demanda de pescados y mariscos aumenta en nuestros bares y restaurantes. Existe una fuerte demanda de productos del mar, sin embargo, el volumen de la pesca es menor debido a la dificultad para la conservación y la escasez de marisco hace que el consumo no se ajuste a la demanda y las ventas para el hogar caigan en el mes de agosto.
Sin embargo, existe una solución perfecta para esta situación. Si quieres satisfacer la demanda de tus clientes, la mejor manera de hacerlo es con productos congelados.
El marisco fresco, de peor calidad
Aunque nos suene raro, es así, a veces el producto fresco puede ser la peor de las opciones.
Hay un refrán que nos avisa de que «en los meses sin erre» (desde mayo hasta agosto) no se debe comprar marisco. Y es que el marisco fresco tiene los periodos de reproducción y muda en estos meses y esto afecta a su carne. Los que toman marisco fresco en verano se encuentran con una disminución de la cantidad de la carne y el sabor de la misma.
Además de esto, el calor hace que la conservación se haga una tarea más difícil y muchos de los productos son conservados en frío, por lo que sufren un deterioro
Sin embargo, el pescado y marisco ultracongelado no depende de las temporalidades para su comercialización. Es por eso que comprar marisco congelado verano es la mejor opción para la hostelería. Además, conserva todas las propiedades de sabor y textura del producto, haciéndolo el producto ideal para el verano.
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