La semana pasada hablamos de las palabras de Ferran Adrià sobre la comida japonesa, que según el chef, en un futuro cercano será tan española como la croqueta, de origen fráncés, por cierto. Hoy hablamos de otra de las cosas que reivindica este y otros tantos cocineros de renombre, como es la importancia de los alimentos congelados. ¿Son mejores los alimentos naturales frescos?
¿Qué es «la frescura»?
Por alimentos frescos, todos entendemos más o menos lo mismo, y es que el alimento se consume sin pasar por ningún proceso de conservación (exceptuando la nevera). Pero la duración de los alimentos frescos es realmente corta. En carnes y pescados, hablamos de uno o dos días como máximo para conservar el alimento.
Sin la nevera no podríamos comer alimentos frescos, ¿pero no es acaso la refrigeración otro proceso de conservación como podría ser la congelación? Sí, y en algún lugar tenemos que trazar la frontera entre lo que es fresco y no lo es, sin embargo, esto hace que entendamos la conservación de los alimentos de forma dicotómica, con blancos y negros y muy pocos grises. La realidad es que la creencia de que la congelación de los alimentos cambia su composición o el valor nutricional de los alimentos es totalmente falsa. Al final del artículo puedes encontrar un estudio que habla sobre esto mismo.
El peligro de los alimentos naturales frescos
Tendemos a pensar, o al menos en términos publicitarios siempre encontramos «lo natural» como algo positivo. Concretamente lo asociamos con lo sano. Y tan natural es beber agua de un río, tomar leche recién extraída de la vaca como tomar una manzana de nuestro propio manzanero. No obstante, todas estas acciones son peligrosas para nuestra salud. La mayoría de los alimentos necesitan ser tratados para ser realmente saludables y, en muchos casos, para no entramar un riesgo para nuestra salud. Es por esto que lo de que los alimentos naturales y frescos sean siempre más sanos es simplemente un cliché que no se ajusta a la realidad.
Muchos alimentos como son la manzana, las almendras amargas, las peras, albaricoques, cerezas o las patatas, entre otros muchos alimentos pueden incluir bacterias y gusanos que nos transmiten enfermedades que incluso pueden resultar mortales si las consumimos de forma completamente natural. Si bien es cierto que el sobretratamiento artificial de la comida también es nefasto, no podemos hablar de que el procesamiento alimentario sea perjudicial, sino todo lo contrario.
¿Podemos vivir llevando un estilo de vida completamente natural? Por supuesto que podemos, sin embargo, si hemos llegado ahora a los mejores resultados de salud no ha sido fruto de la casualidad. Se lo debemos a la ciencia y, en parte, a tanto de lo que llamamos «artificial».
Estudio sobre el valor nutricional de los productos alimenticios: ScienceDirect
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